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16/8/2019
Se ha hablado y se ha escrito muchísimo del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México–Texcoco (NAICM). Ha sido muy polémica su cancelación en especial por los argumentos poco sustentados en datos duros y comprobables pero muy cobijados en el ámbito político. Se habló mucho de la “corrupción” que había en torno a su planeación y desarrollo, pero hasta el momento no se han levantado acusaciones serias ni hay señalamientos de culpabilidad: ni de hombres ni de empresas.
Muchos aún nos preguntamos ¿por qué el gobierno no “limpió” la corrupción del NAICM que predicaba y continuó con la obra en términos transparentes y bajo su control? De hecho, el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú recientemente declaró que la cancelación de la Magna Obra no era por cuestiones de corrupción sino con base en razones financieras y técnicas (sobrecostos), contradiciendo los argumentos esgrimidos por el titular del Ejecutivo quien reiteradamente acusó de corrupción el desarrollo del NAICM
Por otra parte, tenemos (hasta el momento) en proyecto, un Sistema Tripartito de Aeropuertos de Ciudad de México sin estudios suficientes sobre su viabilidad (espacio aéreo, conexión de vuelos, logística, etc.), complejo para su desempeño diario y que de ninguna manera convence a la industria aeronáutica.
La corporación MITRE, que trabaja con la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos para proveer seguridad en el espacio aéreo y que asesoró la planeación y logística del NAICM y OACI (Organización de Aviación Civil Internacional) han comentado que el Sistema Tripartito de Aeropuertos no es posible (combinar el AICM con Santa Lucía). Además, para tener una buena sincronía entre vuelos nacionales e internacionales todas las aerolíneas deben ser hospedadas en un mismo aeropuerto (con diferentes terminales de ser necesario).
Por su parte, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA por sus siglas en inglés) cuyo director general y CEO es Alexandre de Juniac señaló que: “la industria aeronáutica está decepcionada por la cancelación del NAICM, así como la falta de estudios puntuales del nuevo proyecto. Desde ningún punto de vista se aprecia que el nuevo Sistema Tripartita de Aeropuertos sea una solución a largo plazo.
Veamos, la primera etapa del NAICM contaría con tres pistas, de unos 4/5 km de largo para operar despegues y aterrizajes simultáneos, con capacidad de atender unas 410 mil operaciones anuales, mover 50 millones de pasajeros a través de 118 plataformas de contacto.
El largo plazo nos ilusionaba con crecer hasta seis pistas que ofrecerían la posibilidad de un millón de operaciones anuales y mover a unos 120 millones de pasajeros. Datos nada despreciables. A esto hay que añadir el uso de tecnología de punta, la realización de un proyecto integral de inicio a fin y profundos estudios urbanísticos y aeronáuticos.
Por el momento, mientras se dirimen las demandas y amparos que han frenado la construcción del proyecto tripartita aeroportuario del gobierno lópezobradorista, seguiremos funcionando con el actual Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM) que consta de dos pistas de 3.9 km., dos terminales con 56 puntos de contacto más 35 remotas (91 en total), con el manejo de unas 420 operaciones y atención a 34 millones de pasajeros al año.
Para aquellos que nos dedicamos al turismo y a promover los productos, servicios, lugares y cultura de nuestro país, la cancelación del NAICM ha sido una verdadera tragedia contemplando además que el sector turismo representa el segundo generador de divisas para nuestro país. Además, perderemos la oportunidad de ser el centro más importante de conexión aérea de Latinoamérica.
Qué envidia ver los modernos y relativamente recientes aeropuertos de Dubai, Pekin y Estambul brindando servicio a sus propios países y a sus usuarios eficientemente ¿Y qué tal, tener el proyecto y la construcción de un gran puerto aéreo que sería la puerta de México al mundo con un 30% de avance en estado de cancelación?
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