15/9/2021
Hay ciudades que su
nombre, aunque no hace es sentido en español, le da una identidad única que le
permite estar en la mente de aquellas personas que gustan viajar a ciudades con
historia y tradición.
Brujas es Brugges en
flamenco, una ciudad belga cercana al mar y a la capital Bruselas. Aunque su
sonido en su idioma original parece que dice Brujas, no tiene nada que ver con
estos personajes ya que la palabra Brugge viene de Brygga que significa puerto,
abrigo o refugio en escandinavo.
Fundada por vikingos
en el siglo XI, Brujas es una ciudad pequeña con canales y puentes, edificios
medievales, así como una plaza pública conocida como Burg en donde se encuentra
el “Stadhuis”, que es la sede del ayuntamiento.
La arquitectura del
lugar le da un aire romántico, es un destino muy solicitado para parejas y
jóvenes que buscan un espacio de cultura, tranquilidad y descanso.
Entre los lugares
emblemáticos se encuentra el campanario del siglo XIII, la Basílica de la Santa
Sangre, la Catedral, así como el museo dedicado a las bellas artes.
La comida en Brujas
es muy variada con productos del mar, como los mejillones que pueden
disfrutarse en una de las terrazas de la plaza principal o las papas fritas que
ahí se consideran como las mejores del mundo y que pueden comprarse en muchos
lugares. Es tan fuerte el amor por este platillo que hasta un museo tiene,
“Frietmuseum”, y pueden acompañarse con una cerveza belga tradicional o algunas
de las muchas marcas de cervezas locales artesanales.
Una buena comida
siempre termina con un postre y en Bélgica los wafles o gofres son una delicia,
considerados por los habitantes como patrimonio de su gastronomía.
Brujas puede ser un
buen lugar para visitar por una noche o un viaje de un día desde la capital de
Bélgica, Bruselas, ubicada a media hora en tren.
¡Viajemos juntos!
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