21/9/2021
La
planeación estratégica en sentido estricto empresarialmente hablando es un
proceso de gestión que permite definir y establecer los objetivos que se
pretenden lograr, esto es el “qué” y el “cómo” son las actividades que se llevarán
a cabo para lograrlos.
Si
partimos de que el empresario ni todo lo puede, ni todo lo debe hacer, es
entonces cuando se requiere pedir apoyo a un asesor, un coach para hacer una
planeación estratégica.
¿Por qué?
El empresario muchas veces tiene ceguera de taller, en otras palabras no se da
cuenta de las cosas o vicios recurrentes que están pasando en la empresa, y si
llega alguien de afuera es mejor.
Así que
como primera etapa se debe hacer un diagnóstico integral, de preferencia con el
director general o los socios, o en su caso con el equipo directivo
involucrando al personal clave de la empresa.
El diagnóstico
obviamente es un análisis previo de dónde venimos (números y estados
financieros), dónde estamos y hacia dónde queremos ir.
Justamente
a dónde queremos ir, ver la perspectiva de las megatendencias globales.
Mi empresario
exitoso no te limites por el tamaño de tu empresa, en la actualidad dentro de
tu ramo o giro checa cuál, cómo y dónde está la tendencia.
Una vez
analizado el modelo de negocio, con su innovación respectiva, se establecen los
objetivos a corto o mediano plazo que será la guía de actuación para la
empresa.
A través
de esto se deben asignar más responsabilidades a cada área y colaborar hasta
llegar a un sistema de implementación, evaluación y rendición de cuentas.
La
implementación es fundamental, ya que de deseos y buenas premisas no se logran
los objetivos, se debe documentar como una forma de trabajo, con respectivos
indicadores, mecanismos de coordinación, tableros de control y un esquema de
rendición de ventas y evaluación de desempeño para cada integrante de la
empresa.
Justamente
en estas líneas se compromete desde el director general hasta cada integrante
de la empresa.
De lo
contrario, no se logra tener un compromiso por parte de la alta dirección y ni
llega a trasmitir el valor de la planeación estratégica a los
colaboradores.
Peter
Drucker decía “lo que no se mide, no se controla, y lo que no se controla, no
se puede mejorar”.
Si no se
mide lo que se hace, no se puede controlar y si no se puede controlar, no se
puede dirigir y si no se puede dirigir, simplemente no se puede mejorar.
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