25/11/2021
Hay muchas rutas,
países y paisajes que se disfrutan en viajes en tren. Es también una de las
formas económicas que permitieron desarrollar el turismo en Europa después de
la Segunda Guerra Mundial. Hasta el día de hoy, Europa se encuentra conectada
por vías de ferrocarril e infinidad de personas (además de los turistas)
utilizan este medio de transporte diariamente.
Sin embargo, el viaje
en tren más largo del mundo no se encuentra en Europa. Está en Asia y es el “Ferrocarril
Transiberiano” que une el Mar Báltico con el Océano Pacífico. Recorre el
corazón de Rusia viajando por las tierras del Volga central, las montañas
Urales y las de Siberia.
El viaje ofrece una
gran oportunidad para disfrutar la inmensidad del paisaje ruso, y así para
comprender el fuerte carácter de los habitantes que pueden vivir y trabajar en
los climas más duros sin queja alguna. Recordemos que en la zona de Siberia se
encuentran las temperaturas más bajas de pueblos habitados del mundo.
El origen del viaje
es St. Petersburgo, conocida como la ventana del oeste o la Venecia del norte
ya que fue construida sobre 100 islas y conectada por 300 puentes.
Después de un viaje,
que es el más rápido de toda la ruta, se llega a Moscú, capital de Rusia, para
cambiar de tren y empezar la parte más importante del mismo. El recorrido desde
ahí dura 8 días y 7 noches y tiene como punto final Vladivostok en el Océano
Pacífico con la posibilidad de tomar un tren adicional hacia Ulan Bator,
Mongolia y Beijing, China.
El tren cruza ocho
husos horarios, aunque todos los trenes tienen la hora de Moscú, lo cual puede
ser confuso y hay que estar muy pendientes en las paradas ya que algunas solo
duran minutos.
Hay trenes todo el
año, el mejor clima es en verano cuando la temperatura llega hasta 35 grados
centígrados, aunque también es posible viajar en invierno con temperaturas que
llegan a los -40 grados centígrados.
El viaje es de 9,900
kilómetros sin salir de Rusia y para ponerlo en perspectiva, un viaje de Puebla
a Buenos Aires requiere recorrer 7,296 kilómetros. Sin embargo, este es un
viaje del todo enriquecedor y una experiencia de ferrocarril inigualable. No
hay otra de esta magnitud en el mundo.
Por lo que, para
quienes daban por muertos lo viajes en tren debido al auge de la aviación y el
transporte público masivo, como los autobuses y cruceros, estaban equivocados.
Además, cabe destacar
que los ‘trenes bala’ ya son toda una realidad en Japón y China, que brinda a
sus habitantes de una excelente forma de transportación.
¡Viajemos Juntos!
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