21/6/2022
La tasa
de participación en el mercado de trabajo no logra recuperar los niveles
previos a la pandemia, tal como lo señalan datos a abril de 2022 de la Encuesta
Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). Esto ha implicado que la tasa de
desocupación se ubique en el nivel histórico más bajo (3.1%) de esta encuesta.
Los incrementos al salario mínimo no han
impedido que la distribución salarial se deteriore
A nivel urbano repunta la informalidad
laboral, crece en 0.7pp respecto a febrero, sin embargo, aún se ubica en
niveles inferiores a los previos al inicio de la pandemia. A nivel nacional y
urbano las tasas de informalidad continúan estancadas, lo cual se explica en
parte por la dinámica de la tasa de participación laboral, ya que al inicio de
la pandemia 8 de cada 10 trabajos expulsados del mercado laboral fueron
informales y aún existe un exceso de Población No Económicamente Activa (PNEA)
disponible de más de 2 millones de personas
La tasa de desocupación se ubicó en 4.1%, 1 pp
por debajo de la media histórica, un regreso eventual de la Población No
Económicamente Activa (PNEA) disponible puede ejercer presiones al alza
La tasa de condiciones críticas de ocupación
continúa con una tendencia creciente, sin embargo, después de mostrar un nivel
récord en marzo de 2022 (33.2%) mostró un ligero descenso para ubicarse en
29.3% y a nivel urbano en 26.5% (vs 28.8% en marzo).
El crecimiento del empleo, y en consecuencia
los bajos niveles de desocupación, han permitido incrementar la masa salarial,
que actualmente se ubica 3.0% por arriba del nivel pre-pandemia, sin embargo,
esta ganancia ha sido por la generación de empleos de baja remuneración
La recuperación del mercado laboral se ha
caracterizado por la generación de empleos de baja remuneración y la pérdida de
empleos de más de 2 SM. En este sentido, el empleo de más bajos ingresos (hasta
un salario mínimo) ha crecido más de 50%, mientras que los de más de 5 SM ha
presentado una pérdida de 55.6%
Respecto a febrero de 2020 se han incorporado
2.2 millones de personas a la Población Ocupada (PO). Los trabajos de hasta 1
salario mínimo crecieron 6.6 millones de trabajadores, en contraste, se han
perdido 2.8 millones de empleos de 2 a 3 salarios mínimos, 1.4 millones en el
rubro de 3 a 5 salarios mínimos y 688 mil trabajadores que ganan más de 5
salarios mínimos.
A pesar de los incrementos al salario mínimo
nominal, la distribución salarial se ha deteriorado respecto a los niveles
prepandemia
Desaceleración de la creación de empleo
empieza a ser evidente
De
acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en mayo se
perdieron 2,855 empleos, esto se explica principalmente por factores
estacionales, con la pérdida de 32 mil empleos temporales, que superó la
ganancia de empleo permanente.
A pesar
de la pérdida de empleo en mayo, en su comparación anual el empleo creció 4.5%
De
enero a mayo se han creado 388 mil nuevos empleos, mostrando un mejor desempeño
respecto al año anterior. Como esperábamos en nuestras previsiones del segundo
trimestre, la dinámica de empleo ha empezado a desacelerarse, y probablemente,
en nuestra próxima revisión de pronósticos (julio), reflejaremos una
intensificación de esta. El empleo permanente sigue mostrando cierta fortaleza,
con un crecimiento interanual de 5.8%, y una creación neta mensual de 52 mil
empleos adicionales
Respecto
al nivel de tendencia, la brecha prácticamente sigue constante, manteniéndose
1.4 millones por debajo
El
salario real continuó creciendo en mayo (3.1% AaA), con tasas interanuales
promedio de 2.9% durante los últimos tres meses. Estas ganancias reflejan la
dinámica de negociaciones salariales durante el primer semestre del año, pero
dada la elevada inflación es previsible que se desacelere en los próximos meses
La masa
salarial ha tenido incrementos mayores al salario real, pero también mostró
señales de cambio de tendencia, muy influida por la dinámica de empleo que en
términos netos prácticamente se ha estancado durante los dos últimos meses
Ante
esta poca dinámica del mercado de trabajo formal, las condiciones de
distribución salarial prácticamente no se han modificado, prevalece la fuerte
pérdida de empleos de más de 5 SM (-23.7%) y ganancias de empleos de hasta 2 SM
(+12.6%)
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