28/7/2022
Hablar de Jerusalén
es remontarse al pasado sagrado de las tres principales religiones monoteístas:
el judaísmo, el cristianismo y el islam. Para los judíos, su importancia radica
en que Rey David la declaró capital del Reino de Israel y que en su gran templo
se guardara el Arca de la Alianza. Para los cristianos, es la ciudad donde
Jesús vivió su pasión, murió crucificado y resucitó. Para el islam, Jerusalén
es su tercera ciudad en importancia y donde su profeta Mahoma subió al cielo. Desde
1967, las leyes israelíes declaran libertad religiosa para todas las
religiones. En sus límites viven cerca de un millón de personas y a partir del
5 de Diciembre del 1949, el primer ministro David Ben-Gurión proclamó a
Jerusalén capital del Estado de Israel.
Aunque oficialmente,
Jerusalén es la capital de Israel, la mayoría de las embajadas de los países
están localizadas en la ciudad de Tel Aviv, así como su principal terminal
aérea: el Aeropuerto Internacional Ben Gurión (TLV) antes conocido por
Aeropuerto de Lod. Es la base de operaciones de Al Israel Airlines y atiende a
más de 10 millones de pasajeros anuales y 95,000 operaciones comerciales.
Para conocer y
valorar la riqueza y plenitud de Jerusalén, es preciso recorrer y admirar todos
los lugares religiosos que alberga, con apertura interior y gran respeto
exterior. La mayoría de los lugares que mencionaré se encuentran dentro de las
murallas que rodean la Ciudad Antigua.
El Muro de las
Lamentaciones es el principal lugar de oración para los judíos y es la ruina
más grande aun en pie del templo construido por Herodes sobre las ruinas del
Templo de Salomón y, en la parte adyacente, donde se encuentra el Domo de La
Roca, se encontraba antiguamente el Santo de los Santos, la parte más sagrada e
interior del templo en donde se encontraba el Arca de la Alianza y las Tablas
de la Ley. Y junto a la iglesia de la Dormición, muy cerca del Cenáculo se
encuentra la Tumba del Rey David.
Por la parte
cristiana tenemos el recorrido que Jesús hizo con la cruz a cuestas y que
llamamos Vía Crucis. Este recorrido sagrado también se encuentra invadido por
numerosas tiendas de recuerdos (souvenirs)
y espacios libres donde se pueden apreciar las estaciones del Vía Crucis.
Finalmente, el recorrido termina en la iglesia del Santo Sepulcro en donde, a
lo alto del Calvario, se encuentra el lugar en que se asentó la cruz y bajo una
inmensa cúpula se encuentra la pequeña capilla del Santo Sepulcro custodiada
por sacerdotes ortodoxos.
No podemos dejar de
visitar el templo de la Agonía justo en el Huerto de los Olivos, donde Jesús
lloró y pidió al Padre que le apartara de ese cáliz. Y el Cenáculo, lugar donde
Jesús realizó la última cena, previo a que fuera capturado y martirizado.
Además está el pequeño tabernáculo donde Jesús se elevó a los cielos y el
templo de la Dormición, donde tuvo lugar la dormición de María rodeada de los
apóstoles.
El Islam venera el
Domo de la Roca ubicado al centro del Monte del Templo, justo encima de los que
sería el templo judío de Jerusalén, que es un santuario que se terminó de
construir en 691 y lugar donde el Islam asegura que Mahoma subió hacia Alá.
Además, fuera de la ciudad antigua, en la explanada de las mezquitas se
encuentra la mezquita Al Aqsa que es el templo musulmán más importante en
Jerusalén.
Y, fuera de los
límites de la Ciudad Antigua podemos visitar el Museo Arqueológico Rockefeller
que contiene una gran colección de antigüedades. Recomiendo también un
respetuoso recorrido panorámico por el sector de los judíos ultraconservadores
llamado Mea Shearim.
Para visitar y vivir
intensamente lo que Jerusalén tiene para ti, conviene recorrerlo en
Peregrinación y preferentemente, con guía espiritual.
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