4/5/2023
Tras el impacto de la pandemia, el sector de
manufactura y maquila afronta importantes desafíos como la disrupción en las cadenas
de suministro, la necesidad de maximizar la confianza de los inversionistas,
así como la de aprovechar la tecnología. Para superar dichos retos es
fundamental que las empresas aprovechen oportunidades de competitividad para
favorecer a la industria.
Ventanas de oportunidad para el
crecimiento económico del sector
Las cadenas de suministro de manufactura y maquila han
sido impulsadas por las necesidades de los consumidores, ya que el trabajo a
distancia generó un alza en la demanda de equipos de cómputo, orillando a que las
organizaciones determinaran si la proveeduría de materiales sería destinada a los
equipos de cómputo o a satisfacer las necesidades de otras industrias, como la
automotriz.
Para tener alternativas que apoyen la cadena de
suministro es esencial implementar en México plantas de manufactura que se
encuentren en otros continentes bajo el concepto de Nearshoring. Este mecanismo,
que compañías de América del Norte, Asia y Europa ven como un facilitador,
permite a las empresas transferir procesos productivos ubicados en destinos
lejanos, con la finalidad de reducir los costos de maquilarlos en su lugar de origen
o en un lugar cercano, aprovechando factores como menor costo de mano de obra,
infraestructura localizada en el país destino y cercanía a los mercados a los que
serán destinados los productos. Este esquema podría generar un importante
crecimiento económico en la competitividad y el desarrollo económico del país.
Otra oportunidad que considerar es la saturación de
los puertos tradicionales para la distribución de productos. Por ejemplo, recientemente,
el puerto de Manzanillo, Colima está fungiendo como alternativa para la
distribución de productos y su envío al consumidor final. Este puerto ha venido
a sustituir de manera importante puertos ubicados en la costa oeste de los
Estados Unidos.
Asimismo, la tecnología es relevante para la industria
de manufactura y maquila, ya que se cuenta con una variedad de clusters
de alta generación que pueden ser un detonador para crear un esquema de
manufactura de alta calidad. Estos avances colocarían a México como un país impulsor
de la economía, con mayor capacitación del capital humano y mejor infraestructura.
Inversión en México como facilitador
para mejorar la competitividad
México es un país competitivo con todas las
condiciones para lograr un crecimiento económico adecuado. El apoyo de las
autoridades gubernamentales es clave para facilitar una plataforma fiscal,
aduanera y legal estable que brinde certidumbre a las organizaciones de
manufactura, a fin de asegurar la confianza de los inversionistas a largo plazo
y que se materialicen las inversiones.
Por ello, invertir en nuestro país es una oportunidad que
favorece la cadena de suministro de las empresas extranjeras cuando establecen
sus operaciones en México. Esto mejoraría la calidad de los proveedores en el
país, así como la calidad de vida, la generación de empleo y de divisas, el desarrollo
social y económico, la transferencia de conocimientos y las tecnologías.
Muchos estados de la república están trabajando en los
incentivos locales para generar empleos e inversión, lo cual beneficia el pago
de impuestos. En este sentido, es recomendable que las organizaciones se sumen
a dichas iniciativas de inversión y formen alianzas que permitan el desarrollo
de proveedores y nuevos productos.
Finalmente, aprovechar la tecnología de las compañías extranjeras
que se encuentran en Mexico potenciará la proveeduría nacional y, con la ayuda
de la legislación legal y aduanera mexicana, permitirá el desarrollo de nuevas
plantas de manufactura y de proveedores locales. Por ello, es fundamental hacer
buen uso de todos los programas de exportación e importación para apuntalar el crecimiento
y competitividad de la industria nacional.
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