13/7/2023
Todo
indica que el crecimiento económico del país en la primera mitad de este año
será bueno y mayor a lo esperado. El incremento del primer trimestre del año
con respecto al inmediato anterior fue de 1%, lo que implica un ritmo de
crecimiento mayor al 4% en tasas anualizadas. Más aún, en abril el IGAE - un
proxy del PIB mensual - creció a una tasa mensual de 0.8%. Y el indicador de
consumo de BBVA muestra que este continuó creciendo a tasas elevadas todo el
segundo trimestre.
¿Qué
explica este buen desempeño de la economía en lo que va del año? Creo que en
primer lugar se debe a la fortaleza del consumo que a su vez obedece a la
fortaleza del mercado laboral. Hoy la tasa de desempleo se ubica en 2.8%, nivel
históricamente bajo y menor al 3.6% previo a la pandemia. Esta menor tasa de
desempleo es resultado de la mayor actividad manufacturera y de un mayor
aumento de la migración de mexicanos hacia Estados Unidos, fenómeno que
responde a que en ese país también hay un mercado laboral muy apretado. No
solamente hay más empleos en México, sino que estos son mejor remunerados: el
salario real promedio ha aumentado en alrededor de 6% desde enero del año
pasado en parte debido a los aumentos en el salario mínimo y en parte por las
presiones salariales que resultan de la menor tasa de desempleo. Me parece, por
cierto, que los aumentos al salario mínimo han sido acertados ya que en nuestro
país este instrumento, que es útil para resolver fallas de mercado en los
mercados laborales, se había rezagado de forma muy significativa en las últimas
décadas. De hecho, a pesar de los aumentos en años recientes, el salario mínimo
real en México está 43% por debajo del que prevalecía en 1976. Los aumentos al
salario real promedio antes mencionados, en conjunto con la menor tasa de
desempleo, han resultado en que la masa salarial real haya aumentado en
alrededor de 12% de enero de 2022 a la fecha. Esto fortalece el mercado interno
y explica el buen dinamismo del consumo.
Otro
factor que explica el buen desempeño económico este año es el buen ritmo de la
manufactura, que obedece a la sorprendente resiliencia de la economía de
Estados Unidos a pesar de estar expuesta al ciclo de apretamiento monetario más
pronunciado en los últimos cuarenta años. Destaca en particular el caso de la industria
automotriz mexicana, que depende crucialmente de la demanda de Estados Unidos,
y cuya producción está 13% por encima del nivel que tenía en enero de 2022.
¿Qué
podemos esperar para el crecimiento de la economía durante el resto del año? La
respuesta depende fundamentalmente de lo que ocurra con la economía de Estados
Unidos. Es muy factible que después del aumento de tasas de política monetaria,
la economía estadounidense entre en recesión. La Fed las ha llevado de 0% a más
de 5% en poco más de un año, y estimo que falta una subida más.
En la
historia reciente de ese país, siempre que se han dado aumentos en las tasas de
interés para combatir inflaciones por encima del 4%, la economía ha terminado
en una recesión. Si esto ocurre, sería en la segunda mitad de este año y con
ello la economía mexicana sufriría los efectos a través de menores
exportaciones y un menor crecimiento para el resto de 2023.
En ese
escenario, en BBVA estimamos que el crecimiento de este año sería de 2.4%. Pero
si la economía de Estados Unidos logra evitar la recesión, la economía mexicana
bien podría crecer al 3% o más.
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