20/7/2023
Cotidianamente
tengo la disciplina de evaluar riesgos con los directivos de las diferentes
áreas de la empresa.
Con cada
jefe de área juego el papel del abogado del diablo y les cuestiono
continuamente: ¿Qué pasaría si...?
Para hacer
este ejercicio tomamos en cuenta el análisis previo de los riesgos, las
decisiones tomadas con anterioridad y cuáles acciones se han ejecutado para
minimizar estos riesgos.
Todos los
empresarios y/o emprendedores tenemos dentro de nuestro ADN la necesidad de
tomar riesgos y es esencial hacerlo, ya que si no los tomas difícilmente
sucederá algo interesante en tu vida.
Siempre
habrá riesgo, lo importante es identificarlo y saber cuándo es un “riesgo
calculado”, en este sentido es donde debemos contar con elementos que nos
permitan controlarlo con el objetivo de minimizarlo.
Emprender
= Riesgo
Dentro de
las actividades de un emprendedor está implícito tomar riesgos cómo: invertir o
no invertir, contratar o no contratar. Si somos muy cautelosos ante estos
factores puede que nos estemos cerrando las puertas del éxito.
¿Has
escuchado la frase: el que no arriesga no gana? Tienes que perder dinero para
ganar dinero, tienes que invertir tiempo para aprender, tienes que hacer un
equipo para crecer.
Analiza a
una persona de éxito, percibe en su historia cuánto riesgo tomó en su carrera
empresarial, seguramente estas historias van ligadas a lecciones aprendidas
después de varios intentos.
A veces
hay que pagar el precio para aprender, piensa y analiza esta frase mi querido emprendedor:
Al
minimizar riesgos, incrementan las posibilidades del éxito.
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