El plan
de infraestructura de la federación contemplado en el presupuesto de 2020 podrá
llevarse a cabo siempre y cuando se eliminen obstáculos, agilicen procesos y se
permita la participación privada en los sectores de energía y
telecomunicaciones, indica el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado
(CEESP).
Los
detalles de los proyectos del acuerdo al que llegaron los sectores público y
privado para la inversión en el rubro de infraestructura, incluyendo los
sectores de energía y telecomunicaciones, se darán a conocer en las próximas
semanas, pero CEESP señala que se debe garantizar el compromiso del Gobierno.
En su
comentario semanal, el organismo apunta que “es imprescindible el compromiso
del Gobierno al más alto nivel, a fin de remover todos los obstáculos que
puedan enfrentar los proyectos, agilizar los requisitos para facilitarlos y
permitir la participación privada en los sectores correspondientes”.
Además,
la incertidumbre que perciben los mercados mantiene el nerviosismo entre los
inversionistas y pospone sus decisiones de inversión
A lo
anterior se suma que es difícil generar empleo, con pago de prestaciones y
adecuados salarios, persiste la
incertidumbre, es bajo el nivel de inversión, y no se garantiza un Estado de
derecho.
El
CEESP destaca que el mercado laboral en México mantiene una tendencia de precarización,
pues ahora ya son casi 11 millones de personas (2 millones más que el año
pasado) laboran menos de 35 horas a la semana y más de 48 horas a la semana, pero que ganan
apenas entre uno y dos salarios mínimos, los cuales no son suficientes para sostener
una familia.
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