La
Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios
Financieros (Condusef) destacó que también existen monedas falsas, por lo que
cualquier diferencia que se note en peso, diámetro o espesor puede indicar que
se trata de una moneda apócrifa.
Las monedas
de uno, cinco y 10 pesos están ensambladas a la perfección, por lo que, si son
auténticas, al tocarlas no se debe percibir ningún borde en la unión de los
metales.
La
Condusef explicó que el canto o borde de la moneda puede ser liso, con ranuras
paralelas, o bien con una combinación de ambas, pero si presenta rebabas u
otras irregularidades, se puede tratar de una moneda falsa, y agregó que al
tocarlas la textura de las monedas debe ser lisa no resbalosa.
En una infografía
que publicó en su cuenta de Twitter, Condusef señala que el color de las
monedas es único, es decir no cambia durante toda la vida de la moneda.
Además,
las mondas mexicanas carecen de recubrimiento, no tienen chapa metálica ni
pintura sobrepuesta, por lo que se no decoloran.
Si una
moneda tiene un desgaste homogéneo o tiene una falta de nitidez general en el
grabado, entonces se trata de una moneda falsa.
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