3/6/2021
Dueños
de bares, discotecas, cantinas y centros nocturnos, antros y bares han optado
por llevar sus inversiones a otros estados, principalmente a Tlaxcala, Quintana
Roo y Ciudad de México, debido a que en Puebla continúan las restricciones de
operación por la pandemia de covid-19.
Guillermo
Méndez Morales, representante legal de la Asociación de Empresarios de la Vida
Nocturna, señaló que al menos un 50 por ciento de inversionistas optó por migrar
a otros estados, por lo que la “vida nocturna está en riesgo de desaparecer”.
Precisó
que dos mil negocios de ambiente nocturno llevan cerrados 15 meses sin que haya
una fecha para su posible reactivación.
“Más
del 50 por ciento de empresarios poblanos ya decidieron invertir en otros
estados, principalmente en Tlaxcala, donde han repuntado estos lugares y la
mayoría son de poblanos”, comentó.
Aseguró
que en Puebla los empresarios del ramo han invertido en capacitación, en
medidas sanitarias y en licencias para poder retomar sus operaciones, sin
embargo, no recibieron el aval estatal.
Este
sector aporta una importante derrama económica y contribuye con la generación
de más de 100 mil empleos directos e indirectos que están en riesgo de
perderse.
“En su
momento se tuvo un acercamiento con autoridades estatales y protección civil,
donde nos solicitaron una carpeta, una planeación y presentar cómo podíamos
trabajar. Se hizo un arduo trabajo de seis meses se presentó y no fue
favorable, no nos lo quisieron recibir y nos quedamos en ese estado”.
En todo
el estado de Puebla bares y centros llevan un año y tres meses sin poder abrir, incluso, algunos establecimientos
cambiaron el concepto de negocio a fin de no perder locales y proteger fuentes
de empleo.
Dijo
que al no verse favorecidos en el reciente decreto que presentó el gobierno de
Puebla, que limita la operación bares, discotecas, cantinas y centros
nocturnos, insistirán en pedir una mesa de diálogo con las autoridades para que
ser incluidos en las medidas de reactivación gradual.
Consideró
que la restricción a estos lugares solo propicia la operación de espacios y
fiestas clandestinas generando un riesgo sanitario, mientras los negocios formales
siguen sin abrir.
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