Un
sustituto del plástico y del unicel es el papel mineral, útil para contener alimentos de forma segura,
práctica y además es fotodegradable.
Amatl -papel en náhuatl-
es bolsa para llevar comida; es un plato plano u hondo, también es cono
para tomar agua. Es fácil de transportar en cualquier bolsa o mochila, ya que,
para guardarlo, se puede plegar hasta quedar tan delgado como una hoja.
Elaborado en 80 por ciento con carbón cálcico y 20 por ciento con
resinas no tóxicas, el papel mineral puede degradarse de forma natural en tan
solo 12 meses, lo cual es una notable ventaja frente al plástico que tarda decenas
de años en degradarse.
Cuando se desecha se expone al sol y el material vuelve a su estado
original, es decir se convierte en piedra; no necesita agua, ni composta para
su descomposición, mientras que otros productos desechables ecológicos
requieren un proceso complejo como composta industrial o trituración.
Amatl fue desarrollado
por los estudiantes de diseño gráfico de la Universidad del Valle
de México campus Puebla, Dulce Fernández Guevara, Emmanuel
Silva Bueno, Diego Arturo Olivares Contreras, Leonardo Gutiérrez
Gutiérrez
y Dania Aimé Escalada Terán
Una
vez que obtuvieron el papel mineral diseñaron utensilios desechables ecológicos,
como platos, bolsa y conos, que son fotodegradables, plegables, impermeables y
reutilizables, ya que la materia prima es antigrasa y antihongos.
Cabe
señalar que el material cuenta con la certificación de la Administración de
Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA
por sus siglas en inglés), por lo tanto, no es tóxico y es apto para
utilizarlo como recipiente de alimentos.
Estos utensilios ya están a la venta en Puebla. La presentación de
cada producto Amatl es un paquete de
50 piezas; el precio por pieza varía de un peso con cincuenta centavos hasta
seis pesos con cincuenta centavos, informó Dulce Fernández.
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